1. Abraham Lincoln y John F. Kennedy
2. Hermanos Con El Mismo Destino Fatal
3. Las Torres Gemelas
1) New York City tiene 11 letras.
2) Afghanistán tiene 11 letras.
3) Ramsin Yuseb (El terrorista que amenazó con destruir las Torres Gemelas en 1993) tiene 11 letras.
4) George W Bush tiene 11 letras.
New York es el estado número 11.
5) El primer avión que se etrelló contra las Torres Gemelas fué el vuelo número 11.
6) El vuelo número 11 llevaba 92 pasajeros. 9 + 2 = 11
7) El vuelo número 77 también se estrelló contra las Torres Gemelas, y llevaba 65 pasajeros. 6+5 =11
8) La tragedia sucedió el 11 de Septiembre, o mejor dicho 9/11. 9 + 1+ 1 = 11
9) El día es igual al número de emergencia de la policía en Estados Unidos 911. 9 + 1 + 1 = 11.
2) Afghanistán tiene 11 letras.
3) Ramsin Yuseb (El terrorista que amenazó con destruir las Torres Gemelas en 1993) tiene 11 letras.
4) George W Bush tiene 11 letras.
New York es el estado número 11.
5) El primer avión que se etrelló contra las Torres Gemelas fué el vuelo número 11.
6) El vuelo número 11 llevaba 92 pasajeros. 9 + 2 = 11
7) El vuelo número 77 también se estrelló contra las Torres Gemelas, y llevaba 65 pasajeros. 6+5 =11
8) La tragedia sucedió el 11 de Septiembre, o mejor dicho 9/11. 9 + 1+ 1 = 11
9) El día es igual al número de emergencia de la policía en Estados Unidos 911. 9 + 1 + 1 = 11.
4. El Titán y El Titánic
Nadie ha encontrado una teoría aclaratoria sobre los extraordinarios paralelismos entre la novela "Vanidad", escrita por Morgan Robertson en 1898, acerca del hundimiento de un lujoso trasatlántico llamado “Titán” y los hechos reales que rodearon el naufragio del Titanic, catorce años después. El mes de la tragedia, el número de pasajeros, tripulantes y botes salvavidas, el tonelaje, la magnitud e incluso la velocidad del impacto con el iceberg, son datos prácticamente exactos a los que el autor cuenta en su novela.
5. El Mayor Summerford y El Rayo
Un oficial Británico, el Mayor Summerford, mientras combatía en los campos de Flanders en febrero de 1918, fue despedido de su caballo por el resplandor de un rayo, lo que lo dejó paralizado de la cintura para abajo. Summerford se retiró y se mudó a Vancouver. Un día, en 1924, mientras pescaba en la rivera de un río, un rayo cayó en el árbol sobre el que estaba sentado y paralizó el lado derecho de su cuerpo. Dos años después, Summerford ya estaba lo suficientemente recuperado como para darse un paseo por un parque local. Mientras paseaba por el parque un día de verano en 1930, fue alcanzado por un rayo, paralizándolo permanentemente. El murió dos años después, pero ese no sería el final. Cuatro años después, durante una tormenta, un rayo cayó en un cementerio y destruyó una lápida. ¿Quién yacía en esa lápida? El Mayor Summerford.
6. El Globo y 2 Niñas
En junio de 2001, una niña de diez años llamada Laura Buxton escribió su nombre y dirección en un trozo de papel, pegó el papel en un globo de helio y lo soltó desde su jardín. El globo recorrió casi 225 kilómetros hasta que aterrizó en el jardín de otra pequeña de diez años, ¡qué también se llamaba Laura Buxton!
La segunda Laura se puso en seguida en contacto con la primera y desde entonces han sido amigas. Han descubierto que no sólo comparten el mismo nombre y edad, sino que las dos tienen el pelo claro, un perro labrador, un conejito y un conejillo de Indias.
La segunda Laura se puso en seguida en contacto con la primera y desde entonces han sido amigas. Han descubierto que no sólo comparten el mismo nombre y edad, sino que las dos tienen el pelo claro, un perro labrador, un conejito y un conejillo de Indias.
7. La Bala Más Lenta De La Historia
En 1893, Henry Ziegland abandonó a su novia y ella se suicidó. Para vengarse, su hermano lo siguió hasta su casa y le disparó en el jardín, y angustiado por haberlo matado se pegó un tiro. Pero el agredido sobrevivió, ya que la bala sólo le rozó la cara y se incrustó en un árbol. Sin embargo, acabó con su vida, veinte años después. En 1913, Ziegland decidió dinamitar las raíces de dicho árbol, que todavía tenía el proyectil incrustado, para arrancarlo del jardín. La explosión propulsó la bala, que impacto en su cabeza y le produjo la muerte instantánea.
8. ¿Hugh Williams: Náufrago En El Tiempo?
El 15 de diciembre de 1.664 se hundió un barco en el estrecho de Menay, en la costa norte de Gales. 82 pasajeros encontraron la muerte; todos los que componían el pasaje, salvo un hombre llamado Hugh Williams. El 5 de diciembre de 1.785, (121 años después), en otro naufragio perecieron 60 pasajeros; sólo hubo un único superviviente, llamado Hugh Williams. El 5 de agosto de 1.860, el hundimiento de un tercer barco provocó la muerte de 25 pasajeros. Sólo una persona logró salvar su vida. Su nombre… Hugh Williams. En la historia de la navegación los naufragios en los que una sola persona logra sobrevivir son más bien escasos. En los tres que se ha relatado anteriormente, el superviviente tenía el mismo nombre. Obviamente, la lógica nos dice que no podía tratarse de la misma persona porque habría tenido más de 250 años. ¿Era Hugh Williams un viajero del tiempo? O, ¿el nombre de Hugh Williams puede atraer la mala suerte sobre aquellos que le rodean?
9. La Sincronía De Anthony Hopkins
Una sincronía es una coincidencia significativa acausal entre la mente y un hecho material. Una de las más sorprendentes es la que le ocurrió al actor Anthony Hopkins. Habiéndosele propuesto protagonizar la versión cinematográfica de la novela La mujer de Petrovka, de George Feifer, que no había leído, Hopkins salió de su casa londinense y tomó el metro para comprarla en alguna de las numerosas librerías de Charing Cross. Pero el resultado fue infructuoso, por lo que se dispuso a regresar a casa y se adentró en la estación de Leicester Square. Al ir a sentarse en un banco, encontró que alguien se había dejado abandonado un libro, un ejemplar viejo y plagado de anotaciones. Lo tomó y… ¡era la novela que había estado buscando! Dos años después, durante el rodaje de la película, Hopkins conoció a George Feifer, quien le contó cómo dos años antes le había prestado a un amigo su ejemplar plagado de anotaciones, y cómo éste lo había perdido en el metro. En resumidas cuentas, Hopkins no sólo se había encontrado el libro que buscaba, sino que ¡éste era el ejemplar del propio autor!
10. Fotografía
En 1914, cuando aun se estilaba revelar las placas fotográficas individualmente, una mujer alemana dejó la placa con la que había fotografiado a su hijo en un establecimiento en Estrasburgo para ser revelada. Al estallar la Primera Guerra Mundial, se le hizo imposible recogerla y la dió por perdida. Dos años después, la misma mujer compró una placa fotográfica virgen en Frankfurt (a casi 200 Km. de distancia de Estrasburgo) para tomar una foto de su hija recién nacida. Al ser revelada, esta placa mostró una doble exposición, mostrando la imagen de su hija tomada en 1916 superpuesta a la del hijo fotografiado en 1914. Por una increíble casualidad, la placa dejada en Estrasburgo había sido confundida con una placa virgen, y vendida como tal en Frankfurt dos años despues, a la misma mujer
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